Losexpertosdicen que hay una nube de ceniza que no deja volar a los aviones, vaya usted a saber por qué ("¡Por si acaso!", replican los expertos al instante). El caso es que, con medio espacio aéreo bloqueado, se da la coincidencia de que los ferroviarios de la empresa estatal francesa, SNCF, están en huelga salvaje contra la liberalización del transporte de mercancías por ferrocarril. Y en España, el sindicato ultraizquierdista CGT tenía ayer convocada una huelga parcial en el AVE. Y no hay narices, ni en el gobierno español ni en el gobierno francés, a declarar, por razones de emergencia y de utilidad pública, unos servicios mínimos del 100% para la jornada de ayer, con decenas de miles de europeos atrapados en tierra.
Es en situaciones como esta en las que se justifica la necesidad de una ley de huelga que limite eso que los que no han trabajado en su vida llaman "los derechos de los trabajadores", una ley que está prevista por la Constitución para determinar derechos y obligaciones y que nadie se ha atrevido a plantear. Si de verdad los ministros de Transporte dicen, tras su reunión virtual de hoy, que quieren facilitar la movilidad de los ciudadanos mientras siguen puteando el espacio aéreo, venga, demuéstrenlo y prohíban la huelga de los ferroviarios franceses.
Es en situaciones como esta en las que se justifica la necesidad de una ley de huelga que limite eso que los que no han trabajado en su vida llaman "los derechos de los trabajadores", una ley que está prevista por la Constitución para determinar derechos y obligaciones y que nadie se ha atrevido a plantear. Si de verdad los ministros de Transporte dicen, tras su reunión virtual de hoy, que quieren facilitar la movilidad de los ciudadanos mientras siguen puteando el espacio aéreo, venga, demuéstrenlo y prohíban la huelga de los ferroviarios franceses.