sábado, enero 16, 2010

Déjenme soñar


Andan estos días los socialistas catalanes muy asustados porque creen que pueden perder todas las elecciones. Están aterrados. De vivir en la opulencia, controlar el gobierno catalán, las cuatro capitales de provincia, tres diputaciones, todos los ayuntamientos importantes y seguir marcando la agenda del gobierno de España, pueden pasar en los próximos dieciocho meses a quedarse casi sin nada, recluídos en sus cuarteles de invierno, o sea, todos apiñados en el área metropolitana de Barcelona.

Esto no es lo mejor que le puede pasar a Cataluña, qué narices: es lo mejor para toda España. Es la manera más rápida de salir de la crisis económica e institucional que padecemos en toda España. Porque muchas de las gilichorradas que el gobierno español está haciendo, empezando por la heterodoxia económica y siguiendo por la degradación de las instituciones por las presiones al Tribunal Constitucional, las está haciendo porque quiere el PSC. Si el PSC son cuatro quinquis de Hospitalet y el Baix Llobregat, no podrán condicionar a todo el PSOE, ni podrán hacer creer a Zapatero que ellos son absolutamente imprescindibles para que el PSOE se mantenga en el gobierno, simplemente porque no lo serán. Si en noviembre el PSC es descabalgado de la Generalitat y en mayo de 2011 es derrotado en el ayuntamiento de Barcelona, a lo mejor hasta se dan cuenta de que el PSC no es nada sin el PSOE, y no a la inversa.