domingo, octubre 21, 2007

Esto también se puede contar con una sonrisa


Hace aproximadamente un mes que al lado de mi casa hay un inmenso cartel que reza


En diciembre, la alta velocidad llegará a Barcelona. Gobierno de España.


La capacidad de los políticos barceloneses para planificar obras públicas ya quedó patente cuando hundieron medio barrio del Carmelo, y ahí siguen las obras de ampliación de tres (¡¡¡tres!!!) nuevas paradas de la línea 5 del metro, detenidas desde entonces.

Aquella historia en su día fue grandilocuente, pero ha quedado en nada comparada con el berenjenal en que los socialistas de todas las administraciones se han metido con tal de cumplir una promesa electoral: el Ave tiene que entrar por la estación de Sants el día 21 de diciembre, cueste lo que cueste. No en vano este es el Gobierno del como sea, ya recuerdan.

Y si hay que transformar un trazado de cuatro vías en uno de doble vía haciendo pasar los mismos trenes pese a ser uno de los tramos más saturados del ferrocarril en España, si hay que acelerar las obras provocando una incidencia cada 36 horas de media en el último año, si hay que poner en peligro la vida de los trabajadores (ya llevamos dos muertos en las obras del Ave en la provincia de Barcelona en este 2007), si hay que inyectar hormigón aun a riesgo de hundir el túnel de los ferrocarriles catalanes que discurse bajo las vías de Renfe, si hay que cortar las vías durante como mínimo una semana y hacer que todos los trenes de largo recorrido comiencen o finalicen su trayecto en una estación a 90 kilómetros de Barcelona, pues se hace y punto. Total, todo esto lo ha provocado un gobierno socialista, y la benevolencia que los ciudadanos de Cataluña muestran ante todo lo que venga de la izquierda es infinita, insuperable.

"Vamos al futuro. ¿Subes?" (Lema corporativo de Renfe desde el 1 de enero de 2005)