jueves, mayo 03, 2007

Perogrulladas sobre la vivienda


Uno de los temas que ha sido objeto de la demagogia más barata por parte de la derecha y la izquierda en los últimos tiempos ha sido la vivienda.

Desde el gran boom de mediados de los años 70, el precio de la vivienda en España ha mantenido un crecimiento monótono, pero en la última década se ha acelerado espectacularmente por una multiplicidad de causas. Enumerar tres o cuatro cosas sencillas que todo el mundo entiende sobre la vivienda y sobre el precio de los bienes en general es algo cansino, pero ya que vivimos en España y aquí reina el populismo y la trivialidad por encima de todo, creo que es necesario.

Seamos un poco pedantes y desagradables (como de costumbre). Sobre el elevado precio de los pisos en la actualidad y el difícil acceso a una vivienda digna por parte de los jóvenes, es bueno recordar:

1) El precio de las cosas no está prefijado por una fuerza oculta que decide complicarnos o facilitarnos la vida, sino que, excepto en bienes insustituibles de primera necesidad o en los mercados intervenidos, el precio es el resultado de la ley de la oferta y la demanda. El coste de un producto (por ejemplo, un metro cuadrado de suelo) es el precio que la gente está dispuesta a pagar por él.

2) El crecimiento de la población adulta en los últimos años en España ha ocasionado un incremento de la demanda de vivienda muy superior a la vivienda ofertada.

3) El hecho de que no exista suficiente suelo ofertado es consecuencia de la ley del suelo. Actualmente, esta ley impide declarar como edificable cualquier extensión de terreno que reúna unas determinadas características, por lo que es preciso que la administración municipal declare en un momento dado un terreno como edificable. Esto restringe el suelo disponible, estrangula la oferta y permite una atractiva fuente de financiación para los ayuntamientos.

4) En 1997, el gobierno de José María Aznar aprobó una modificación de la ley del suelo con la que, sin llegar a liberalizar completamente, sí suprimía muchas restricciones y retiraba a los ayuntamientos la posibilidad de ser los únicos con potestad de declarar arbitrariamente como urbanizable un terreno en cualquier momento. Esta ley fue recurrida ante el Tribunal Constitucional por Convergència i Unió y los jueces les dieron la razón, por invasión de competencias.

5) Los tipos de interés se han mantenido muy bajos en los últimos años, lo cual ha estimulado el consumo y ha permitido un importante incremento de las hipotecas con unos intereses asumibles.

6) En España existe muy poca cultura de alquiler, por lo que las alternativas a tener un piso en propiedad son reducidas. Muchas personas que tienen un piso vacío prefieren no alquilarlo al sentirse poco protegidas por la ley en caso de impago o si simplemente desean expulsar al inquilino.

7) Échense a temblar el día que el precio de la vivienda se desacelere. Piensen en la cantidad de empresas y empleos directamente relacionados con la construcción y venta de inmuebles, y en lo que ocurrirá cuando la demanda caiga.

Sin duda, es mucho más políticamente correcto que los programas electorales que estos días tejen los partidos de cara a las contiendas municipales hablen de combatir la especulación, y del fomento de la vivienda social, y los pisos protegidos, y perseguir a los propietarios de pisos vacíos, y un huevo. Yo creo que el problema de la vivienda se mitiga (pero no se soluciona) de esta manera:

- Reducción del gasto público municipal y búsqueda de vías de financiación alternativas a la intermediación en suelo edificable por parte de los ayuntamientos.

- Rebaja del Impuesto de Bienes Inmuebles para todos los ciudadanos en lugar de los regalos y las subvenciones selectivas, demagógicas y genuinamente socialistas para unos pocos elegidos.

- Mayor protección a la propiedad privada, para estimular al alquiler. Desregulación de los contratos de alquiler, demasiado intervenidos en la actualidad, que hacen que a la larga inquilino y propietario acaben poco menos que estando unidos de por vida, por narices.

Menos mal que vamos a ir a votar pensando en otros asuntos municipales o directamente en clave nacional. Si no, viendo el panorama que en este aspecto nos ofrece la mayoría gobernante y la minoría aspirante, iba a acercarse al colegio electoral su pastelera madre.


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Mientras me pregunto cuánta audiencia habrá tenido hoy el Tomate, no deja de ser sorprendente que toda esa panda de ágrafos que dicen ser el pueblo de Marbella se alegren de la detención de Isabel Pantoja. El pueblo de Marbella había ido masivamente a votar al Cachuli hace cuatro años, y a la García Marcos, y Jesús Gil desde 1991. Por aquel entonces no les importaba mucho la cleptocracia, tal vez porque ya les iba bien.