martes, abril 17, 2007

Lo que no puede hacer nunca un presidente de gobierno


Un presidente puede negociar con un grupo terrorista, un presidente puede intentar pastelear en el accionariado de grandes compañías, un presidente puede impulsar una reforma encubierta de la Constitución a través de un estatuto de autonomía. Un presidente puede mentir, puede ser falto de escrúpulos, puede padecer síndrome de la Moncloa. Puede leer en tono monocorde un informe económico, y demostrar con ese tono que no tiene ni idea de lo que lee. Puede asegurar que su país se coloca a la vanguardia de Europa por ser el primero en aprobar la constitución europea, puede proclamar demagógicamente que su gobierno va a salvar los astilleros, puede hacer extrañas prospecciones sobre el terrorismo etarra a un año vista. Puede mentir descaradamente todos los días, puede hacerse pasar por un gran estratega, puede organizar regularizaciones masivas de inmigrantes, puede prometer que situará el parlamento en el centro de la vida pública y después impedir por todos los medios la presencia en el parlamento del responsable de un organismo regulador.

Lo que no puede hacer nunca un presidente de gobierno es tutear a tres entrevistadores que le hablan de usted durante treinta largos y vacíos minutos de televisión. Dimita, señor Rodríguez.