domingo, abril 02, 2006

La gran estafa de la pedagogía (II): La secuencia didáctica


Llegas al curso el primer día, confuso, sin saber qué te espera. Es un sábado de otoño, son las nueve de la mañana, estás en el quinto pino y has salido de tu casa cuando las calles todavía no estaban puestas. Llega un señor y dice que hoy, aunque es el primer día, cuando salgamos a la una y media de la tarde ya tenemos que tener decidido con quién hacemos la secuencia didáctica, porque se hace en grupos de cuatro.

Primero, indiferencia. Unos minutos después, cuando el hombre ya ha dicho cinco o seis veces eso de secuencia didáctica, y cuando empiezas a pasar páginas de la documentación que entregan y ves que aparece por doquier el curioso sintagma, empiezan las miradas extrañadas. Silencio, algo de confusión. ¿Pero qué coño es una secuencia didáctica? Nadie lo explica. Nadie pregunta. El caso es que acaba el primer día de CAP y tú ya te has buscado tus tres compañeros, con quienes vas a hacer la secuencia didáctica, aunque no sabes qué es pero todo el mundo lo da por supuesto.

Pasan dos meses y medio hasta que, varias sesiones de CAP después, se dedican dos horas (¡dos horas!) a explicar qué es una secuencia didáctica. ¿Y qué era? ¡Pues un tema, una unidad del temario! O sea, lo que todo el mundo entendía no hace tanto como preparar unas clases sobre un tema en concreto del curso, ahora resulta que es una secuencia didáctica. Y veremos que esto es una constante en todo el microuniverso pedagógico: para las cosas simples, conceptos complicados y estúpidos; para las cosas complicadas, también conceptos complicados y estúpidos.

Pero, ah, resulta que sí, que hay diferencias entre lo que mi generación conocía como tema y lo que los pedagogos conocen como secuencia didáctica. En una secuencia didáctica, no hay clases magistrales. No puedes dar clases de teoría. No puedes resolver problemas en la pizarra. Tienes que preparar una secuencia de actividades relacionadas con la unidad que estás tratando, SIN dar un solo concepto explícitamente, procurando que los alumnos utilicen el ordenador, vean vídeos, hagan actividades en grupo, discutan o reflexionen sobre temas sociales. Pero queda terminantemente prohibido dar definiciones, incitar a resolver problemas o utilizar ejercicios o teoría del libro de texto en la secuencia didáctica que debes preparar.