martes, mayo 31, 2005

Cuando Pepiño exhibe la neurona


Dicen de él que es secretario de Organización y Comunicación del PSOE, aunque ni organiza ni comunica. José Blanco mantiene en su despacho, desde julio del año 2000, un búho disecado, y afirma que le ha venido dando suerte su presencia.

Ante este inexcusable rigor científico y racional que ostenta el inefable Pepiño, nos podríamos dejar llevar por el terror y pensar que el número 2 del PSOE es un mediocre. Pero no emitamos juicios precipitados: en realidad Pepiño es un chaval que vale mucho, aunque no haya llegado, en ninguna de sus numerosas tentativas, alcalde de Palas de Rei, de donde es originario.

Mientras Rubalcaba se comporta, mordaz y efectivo, como una víbora, Pepiño Blanco asume su rol de llama. Lamentablemente, él está convencido de que sus escupitajos dialécticos resultan certeros y venenosos, cuando en realidad son vistos como un cansino numerito de feria.

Desde el cuento de los corrutos que no se acetaban en la Asambla de Madrid, con su incomparable dicción nos ha revelado todo tipo de comedias de enredo. La última, ayer lunes, con su propuesta para solventar el no francés a la Constitución Europea: que se repita el referendum hasta que salga sí.

Gracias por existir, Pepiño.